Nadie que confíe en ti será jamás avergonzado. SALMOS 25:3
Esperar es difícil, especialmente si esperamos que Dios conteste nuestras oraciones o nos guíe de alguna manera específica. Esto lo agrava el hecho de que vivimos en una sociedad que insiste en resultados inmediatos: comida rápida, envío nocturno, recursos descargables e información al alcance de las manos. Si lo que esperamos no ocurre rápidamente, a menudo nos frustramos y nos sentimos tentados a renunciar y alejarnos.
No obstante, experimentar la plenitud de la voluntad de Dios no es algo que ocurre de inmediato. Ver revelado el plan divino lleva tiempo, a menudo toda una vida. Dios puede darnos una idea de cuál es su voluntad, pero necesitamos la experiencia de una devoción gradual para descubrir el propósito completo que nos tiene.
La verdad es que la misericordia y compasión de Dios limitan aquello que Él nos revela, con el fin de que no nos abrume el desánimo, el temor o, peor aún, el orgullo.
Amigo lector, en este momento no necesita conocer todo el plan. Cuando Dios le muestre que dé un paso, simplemente obedézcale. Avance en fe. A medida que confíe en el Señor, Él le dará lo que más anhela: la dirección de Dios en un futuro brillante y satisfactorio.
Oración:
Jesús, te seguiré en las montañas y los valles. Esperaré en ti y confiaré en ti con relación a mi futuro. Amén.
REVEALED BY STEP
None of those who wait for You will be ashamed. PSALM 25:3
Waiting is difficult, especially if we are expectantly hoping for God to answer our prayers or lead us in some specific manner. This is compounded by the fact that we live in a society that insists on immediate results—instant food, overnight shipping, downloadable resources, and information at our fingertips. If it can’t happen quickly, we often will be frustrated—tempted to give up and walk away.
However, experiencing the fullness of God’s will is not something that happens immediately. It takes time—often, a lifetime—to see His plan unfold. He may give us an idea as to what His will is, but it takes a life of step-by-step devotion to uncover His complete purpose for our lives. And the truth is, it is His mercy and compassion that limit what He reveals to us, lest we be overwhelmed by discouragement, fear, or—even worse—pride.
Friend, you don’t need the whole plan right now. When God instructs you to step forward, just obey Him. Go forward in faith. And as you trust Him, He will provide what you most long for—His leadership into a bright, fulfilling future.
Prayer:
Jesus, in the mountains and valleys, I follow You step-by-step. I will wait on You and trust You with my future. Amen.