Has cumplido lo que prometiste a tu siervo David. 1 REYES 8:24,
Cuando Dios nos hace una promesa, a veces parece que nos mantiene corriendo en la dirección equivocada para alcanzarla. Esto tiene el propósito de hacer crecer nuestro carácter y desarrollar nuestra fe. Recordemos que David fue ungido como rey sobre Israel, pero esto ocurrió décadas antes que realmente se sentara en el trono de la nación.
Durante esos años intermedios David soportó muchos momentos peligrosos y decepcionantes, incluso ser perseguido por el rey Saúl. Esto se debió a que David tuvo que ser entrenado por medio de adversidad antes que pudiera cumplir la voluntad de Dios, aprendiendo a confiar por completo en su Señor a pesar de las circunstancias que enfrentara. Al igual que David, podemos estar atravesando un valle profundo y preguntándonos si todavía estamos en la voluntad de Dios y si nos hallamos encaminados hacia su promesa.
Recordemos que Dios ha prometido guiarnos y que es responsabilidad suya cumplir su palabra. Nuestro deber es obedecerle y perseverar durante todo el entrenamiento. David sabía que finalmente obtendría la victoria, por lo que se convirtió en un hombre conforme al corazón de Dios y aprendió a cumplir la voluntad de su Señor independiente de las circunstancias que experimentó. Usted también puede hacerlo. Confíe hoy en que el Señor cumple todas sus promesas, incluso las que le ha hecho directamente.
Oración:
Jesús, ayúdame a confiar en ti y a aprender por medio de mis pruebas. ¡Tengo fe en que cumplirás lo que me has prometido! Amén.
WRONG DIRECTION?
You have kept your promise to your servant David. 1 KINGS 8:24
When God makes a promise to us, at times it will feel like He has us running in the wrong direction to take hold of it. This is on purpose, to grow our character and stretch our faith. If you recall, David was anointed king over Israel, but it was decades before he actually sat on the nation’s throne.
During those intervening years, David had many dangerous and disappointing moments to endure, including being hunted by King Saul. This was because before David could do God’s will, he had to be trained by adversity—learning to trust God completely, regardless of his circumstances. Like David, you may be walking through a deep valley and wondering if you are still in God’s will and on track for His promise. Remember, God has promised to guide you, and it is His responsibility to fulfill His word. Your job is to obey Him and persevere through the training.
David knew that he would eventually emerge victorious, so he became a man after God’s heart and learned to do God’s will regardless of his circumstances. You can too. Today, trust that the Lord keeps all His promises—including the ones He’s made to you.
Prayer:
Jesus, help me trust You and learn through my trials. I have faith You will fulfill Your promise to me! Amen.