Dios anhela que lo escuchemos

Los errores que cometes no te identifican. No eres las etiquetas que los demás te han puesto. Ni eres la mentira que el Enemigo ha intentado venderte. Tú eres la persona que Dios dice que eres.

Eres un hijo de Dios.

Eres la niña de los ojos de Dios.

Él te buscó.

Eres más que vencedor.

Eres una nueva creación en Cristo.

Eres la justicia de Cristo.

En esencia, todos nuestros problemas de identidad se deben a los malos entendidos que tenemos acerca de la persona que es Dios. Los problemas de culpa son un malentendido de la gracia de Dios. Los problemas de control son un malentendido de la soberanía de Dios. Los problemas de ira son un malentendido de la misericordia de Dios. Los problemas del orgullo son un malentendido de la grandeza de Dios. Los problemas de confianza son un malentendido de la bondad de Dios. Si luchas con algunos de estos problemas, ¡es hora de que permitas que Dios sea la voz más alta en tu vida!

Dios no nos ama por lo que somos. Nos ama por lo que Él es.

Cuando tenemos éxito, Dios nos dice: «Te amo».

Cuando fallamos, Dios nos dice: «Te amo».

Cuando tenemos fe, Dios nos dice: «Te amo».

Cuando dudamos, Dios nos dice: «Te amo».

El amor es su respuesta a todo. ¿Por qué? Porque Él es amor. No hay nada que puedas hacer para que Dios te ame más o te ame menos. Dios te ama perfectamente. Él te ama eternamente.

Dios anhela que escuchemos lo que nos dice, por lo que debemos prestar atención a su voz. Pero mucho más que eso, Él quiere que escuchemos la voz de su corazón. Por eso susurra más y más suave, para que tengamos que acercarnos a Él cada vez más. Y cuando al fin nos acerquemos lo suficiente, nos envolverá en sus brazos y nos dirá que nos ama.

Por otra parte, la voz de la conformidad, la voz de la crítica y la voz de la condena nos han ensordecido y, además, sus efectos secundarios —como la soledad, la vergüenza y la ansiedad— nos invaden.

¿Las buenas noticias? Que no solo eres la imagen de Dios, sino que conoces su voz. Es esa voz la que nos forma en el vientre de nuestra madre. Es su voz la que ordenó cada uno de tus días con anterioridad, para que cada uno de ellos se convirtiera en realidad. Es su voz la que comenzó la buena obra en ti y es esa misma voz la que perfeccionará esa obra hermosa.

¿A dónde te está guiando Dios? ¿Cómo te está hablando? Si no puedes escuchar su voz, dedica más tiempo a escudriñar su Palabra y hazlo de manera constante.

Oración:
Amado Rey, ayúdanos a conocerte y entender tu hermosa palabra, hemos mal interpretado lo que tu nos has hablado, por eso ayudanos a escuchar tu corazón muy cerca de ti para ser reflejo de tu amor, en el nombre de Jesús. ¡Amén!


God longs for us to listen

The mistakes you make don’t identify you. You’re not the labels others have put on you. Nor are you the lie that the enemy has tried to sell you. You are the person that God says you are.

You are a child of God.

You are the child in God’s eyes.

He looked for you.

You’re more than a winner.

You are a new creation in Christ.

You are the righteousness of Christ.

In essence, all our identity problems are due to the misunderstandings we have about the person who is God. The problems that come with guilt are a misunderstanding of God’s grace. The problems with wanting control are a misunderstanding of God’s sovereignty. The problems having anger are a misunderstanding of God’s mercy. The problems of pride are a misunderstanding of God’s greatness. Problems of trust are a misunderstanding of God’s goodness. If you struggle with some of these problems, it is time for you to allow God to be the highest voice in your life!

God does not love us for what we are. He loves us for what he is.

When we succeed, God tells us: “I love you.”

When we fail, God tells us: “I love you.”

When we have faith, God tells us: “I love you.”

Love is your answer to everything. Why? Because He is love. There is nothing you can do to have God love you more or love you less. God loves you perfectly. He loves you eternally.

God wants us to listen to what he tells us, so we must pay attention to his voice. But much more than that, he wants us to hear the voice of his heart. That’s why he whispers more and softer, so we need to get closer to him more and more. And when we finally get close enough, it will wrap us in your arms and tell us that He love us.

On the other hand, the voice of conformity, the voice of criticism and the voice of condemnation have taught us, and their side effects – such as loneliness, shame and anxiety – invade us.

The good news? That you are not only the image of God, but you know His voice. It is that voice that forms us in the womb of our mother. It is his voice that ordered each of your days before, so that each one of them would become a reality. It is his voice that began the good work in you and it is that same voice that will perfect that beautiful work.

Where is God guiding you? How is he talking to you? If you can’t hear his voice, spend more time searching his Word and doing it constantly.

Prayer:
Beloved King, help us to know you and understand your beautiful word, we have misinterpreted what you have spoken to us, so help us listen to your heart very close to you to reflect your love, in the name of Jesus. Amen!