Lamentaciones 3:22-24
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
En el evangelio de Marcos 10:46-52, podemos encontrar a un ciego que clamó por la misericordia de Dios y Él tuvo misericordia. No solo recibió la vista sino que también fue salvo.
Lo que me encanta de esta historia es que nos muestra que en ocasiones no siempre podemos ver y en el momento en que no podemos ver la misericordia de Dios, entonces es necesario aprender a escuchar que Jesús está pasando y ahí empezamos a clamar. Yo soy de los que claman por la misericordia de Dios, voy a gritar aún más fuerte aunque me quieran mandar a callar. Voy a clamar aún más fuerte por su misericordia y yo estoy segura de que Jesús me llamará.
“Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama“. Marcos 10:49
Pero qué belleza saber que Jesús te dice: “ten confianza; levántate, te llamo“ y cuando esté frente a esa respuesta de Jesús, sé sincero con Jesús. Él sabe qué padeces pero él quiere oírte a ti decirlo. Sabe cuál es tu problema pero él quiere saber si tienes la suficiente fe para depositar tu confianza sobre él.
No solo tuvo misericordia del ciego y sanó su vista. También le salvó la vida y a eso yo lo llamo misericordia inmerecida.
“Porque mejor es tu misericordia que la vida”. Salmos 63:3
Oración:
Mi Señor grandes son tus misericordias, que abraza la humanidad y por tu piedad aun estamos de pie, hoy clamamos ante tu altar, que te necesitamos, que eres el todo para nuestras vidas, que eres el único que puede rescatarnos y sanarnos, que ante ti toda tormenta se calma y nos regalas de tu paz, en el nombre de Jesús, ¡Amén!
Your Mercy
Lamentations 3:22-24
By the Lord’s mercy we are not consumed, because his mercies never fail. They are new every morning; great is your fidelity. Jehovah is my portion, said my soul; therefore I will hope in him.
In the Gospel of Mark 10:46-52, we can find a blind man who cried out for God’s mercy and He had mercy. He not only received his sight but he also was saved.
What I love about this story is that it shows us that sometimes we can’t always see God’s mercy, in the moment, we need to learn to listen so when Jesus is passing by, we can then begin to cry out. I am one of those who cries out for God’s mercy, I’m going to scream even louder even if they want to tell me to shut up. I will cry even louder for his mercy and I am sure that Jesus will call me.
“Then Jesus, stopping, sent for him; and they called the blind man, saying to him: Have confidence; get up, call you“. Mark 10:49
But how beautiful to know that Jesus tells you: “be confident; get up, I call you” and when you are faced with that response from Jesus, be honest with Jesus. He knows what you suffer but he wants to hear you say it. He knows what your problem is but he wants to know if you have enough faith to put your trust in him.
He not only had mercy on the blind man and he healed his sight. He also saved his life and I call that undeserved mercy.
“Because your mercy is better than life.” Psalms 63:3
Prayer:
My Lord, great are your mercies, that embrace humanity and for your mercy we are still standing, today we cry out before your altar, that we need you, that you are everything for our lives, that you are the only one who can rescue us and heal us, that before You calm down every storm and you give us your peace, in the name of Jesus, Amen!
