Genesis 38: 8-30
SU NOMBRE SIGNIFICA «Árbol de dátiles» o «palmera»
SU CARÁCTER: Urgida por una necesidad irresistible, ella sacrificó su reputación y por poco su propia vida para lograr sus metas.
SU DOLOR: Que los hombres de su vida fallaran en cumplir con su responsabilidad, dejándola como una viuda sin hijos.
SU GOZO: Que su procedimiento desafiante no resultó en su ruina sino en que sus esperanzas de dar a luz hijos se cumpliesen.
SU HISTORIA
▪︎ Su suegro la escoge para ser esposa de su hijo
▪︎Su esposo fue un hombre perverso, el muere a causa de su maldad
▪︎De acuerdo a la tradición ella se casa con el hermano de su ex-esposo.
Pero el solo se aprovecha de ella, no la ama, la desprecia y rechaza, su nuevo esposo muere también a causa de su maldad.
▪︎Su suegro la envia a la casa de sus padres y cuando ya era el tiempo de darle el otro hijo como esposo por sus tradiciones, Juda no lo hace porque la ve como responsable de la muerte de sus dos hijos.
▪︎Tamar víctima por la tradición no puede volver a casarse, mucho menos tener hijos, frustrada y estancada en su situación, ya que en su cultura, todo el valor de una mujer estaba en que diera a luz hijos que perpetuaran el linaje familiar. Una mujer que fallaba en ello no era nada.
Tamar tomo venganza con su suegro haciéndose pasar por prostituta, cometiendo incesto y se aseguró de que si algo pasaba, quedando en embarazo, tendría la prueba de quien era el padre de sus hijos.
Aunque Tamar no tuvo culpa de la situaciones que había vivido, de victima paso a ser victimaria, engañando a su suegro, cometiendo con el incesto.
Dios no miro su historial de vida o malas decisiones de Tamar y la escoge para ser parte de la genealogía de su hijo Jesús.
La sociedad no le permitiría ser parte del linaje de Jesús pero Dios no hace excepción de persona.
Dios comprende nuestras debilidades.
Hebreos 4: 15-16
Pues nuestro Sumo sacerdote puede compadecerse de nuestra debilidad, porque él también estuvo sometido a las mismas pruebas que nosotros; solo que él jamás pecó. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.
Si bien la gente puede avergonzarnos por nuestros errores y juzgarnos en función de nuestro pasado, Dios nos extiende misericordia y gracia.
Isaías 43:25
Pero yo, por ser tu Dios, borro tus crímenes y no me acordaré más de tus pecados.
▪︎Sin nuestro permiso, las maldiciones intergeneracionales y el trauma infantil pueden obligarnos a tomar decisiones equivocadas sobre la paternidad y el matrimonio.
A pesar de querer un matrimonio mejor que el de nuestros padres o una infancia mejor para nuestros hijos, podemos repetir inconscientemente y sin poder hacer nada patrones familiares no deseados.
Los fracasos matrimoniales de Tamar no fueron su culpa, al igual que las maldiciones y los traumas intergeneracionales.
A pesar de querer un matrimonio mejor que el de nuestros padres o una infancia mejor para nuestros hijos, podemos repetir inconscientemente y sin poder hacer nada patrones familiares no deseados. La validez de la transferencia intergeneracional de la ruptura matrimonial y el impacto a lo largo de la vida del trauma infantil en las relaciones entre padres e hijos se han estudiado ampliamente en el campo de la salud mental. Estos estudios confirman hechos bíblicos sobre maldiciones generacionales.
Las buenas personas se encuentran en relaciones abusivas o desarrollan relaciones abusivas entre padres e hijos sin conocer la causa raíz. Las maldiciones y traumas intergeneracionales son responsables de algunos desafíos emocionales y de relación.
Levanta la cabeza hoy; no eres el arquitecto de todos tus problemas.
¿Siempre te encuentras en relaciones abusivas? ¿Siente que sabe lo que es correcto hacer en cuanto a las relaciones, pero se encuentra siempre tomando las decisiones equivocadas? El Dios que rescató soberanamente a Tamar te ve y quiere reescribir tu historia.
Dios tiene una invitación abierta para que vengas a él con todo lo que te agobia.
Mateo 11:28 (NVI) dice: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar”.
Gálatas 3:13
Cristo nos ha redimido de toda maldición.
Necesitamos recibir y hacer cumplir nuestra libertad de las maldiciones generacionales. La ley activa maldiciones generacionales, pero la muerte y resurrección de Jesús nos liberó de las maldiciones.
Espiritualmente, puede imponer su victoria sobre las maldiciones generacionales orando, ayunando y declarando la Palabra de Dios con respecto a su libertad de las maldiciones. Considere acercarse a sus líderes espirituales y leer libros cristianos sobre maldiciones generacionales. También puede pedirle a Dios que lo lleve al terapeuta adecuado para que lo guíe en este proceso.
Este día marca el comienzo de su libertad de las maldiciones generacionales.
Oración:
Padre Celestial, gracias por redimirme de maldiciones intergeneracionales a través de Jesucristo. Soy tu hijo; por lo tanto, no merezco maldiciones en mi vida. Hoy, me niego a continuar con la transferencia intergeneracional del trauma. Hago cumplir la victoria sobre las maldiciones generacionales por la sangre de Jesús. Decreto y declaro libre de traumas y maldiciones intergeneracionales. En el nombre de Jesús. Amén!
Tamar
Genesis 38: 8-30
ITS NAME MEANS “Date tree” or “palm tree”
HER CHARACTER: Urged by an irresistible need, she sacrificed her reputation and narrowly her own life to achieve her goals.
HER PAIN: That the men in her life failed to fulfill their responsibility, leaving her a childless widow.
HIS JOY of her: That her defiant procedure did not result in her ruin but in her hopes of bearing her children were fulfilled.
HIS STORY
▪︎ her father-in-law chooses her to be his son’s wife
▪︎Her husband was a wicked man, he dies because of his wickedness
▪︎According to her tradition, she marries the brother of her ex-husband.
But he only takes advantage of her, he does not love her, he despises and rejects her, her new husband also dies because of her wickedness.
▪︎ Her father-in-law sends her to her parents’ house and when it was time to give her the other child as her husband because of her traditions, Juda does not do it for her because he sees her as responsible for the death of her two children.
▪︎Tamar victim by tradition cannot remarry, much less have children, frustrated and stagnant in her situation, since in her culture, all the value of a woman was in giving birth to children that would perpetuate the family lineage. A woman who failed at it was nothing.
Tamar took revenge on her father-in-law by posing as a prostitute, committing incest and making sure that if something happened, she became pregnant, she would have proof of who the father of her children was.
Although she, Tamar, was not to blame for the situations she had experienced, she became a victim of a victim, cheating on her father-in-law, committing incest.
God did not look at her life history or Tamar’s bad decisions and chose her to be part of the genealogy of Jesus.
Society would not allow him to be part of the lineage of Jesus but God does not make exception of people.
God understands our weaknesses.
Hebrews 4: 15-16
For our High Priest can sympathize with our weakness, because he too was subjected to the same trials as us; only he never sinned. Let us therefore approach the throne of our loving God with confidence, so that he may have mercy on us and in his goodness help us in our hour of need.
While people may shame us for our mistakes and judge us based on our past, God extends mercy and grace to us.
Isaiah 43:25
But I, being your God, erase your crimes and I will no longer remember your sins.
▪︎Without our permission, intergenerational curses and childhood trauma can force us to make wrong decisions about parenting and marriage.
Despite wanting a better marriage than that of our parents or a better childhood for our children, we can unconsciously and helplessly repeat unwanted family patterns.
Tamar’s marital failures weren’t his fault, as were the curses and intergenerational trauma.
Despite wanting a better marriage than that of our parents or a better childhood for our children, we can unconsciously and helplessly repeat unwanted family patterns. The validity of intergenerational transfer of marital breakdown and the lifelong impact of childhood trauma on parent-child relationships have been extensively studied in the field of mental health. These studies confirm biblical facts about generational curses.
Good people find themselves in abusive relationships or develop abusive parent-child relationships without knowing the root cause. Intergenerational curses and traumas are responsible for some emotional and relationship challenges.
Raise your head today; you are not the architect of all your problems.
Do you always find yourself in abusive relationships? Do you feel like you know the right thing to do when it comes to relationships, but find yourself always making the wrong decisions? The God who sovereignly rescued Tamar sees you and wants to rewrite your story.
God has an open invitation for you to come to him with everything that burdens you.
Matthew 11:28 (NIV) says, “Come to me, all of you who are weary and burdened, and I will give you rest.”
Galatians 3:13
Christ has redeemed us from every curse.
We need to receive and enforce our freedom from generational curses. The law activates generational curses, but the death and resurrection of Jesus freed us from the curses.
Spiritually, you can enforce his victory over generational curses by praying, fasting, and declaring God’s Word regarding your freedom from curses. Consider reaching out to your spiritual leaders and reading Christian books on generational curses. You can also ask God to take you to the right therapist to guide you through this process.
This day marks the beginning of your freedom from generational curses.
Prayer:
Heavenly Father, thank you for redeeming me from multu-generational curses through Jesus Christ. I’m your child; therefore, I do not deserve curses in my life. Today, I refuse to continue the intergenerational transfer of trauma. I enforce the victory over generational curses by the blood of Jesus. I decree and declare myself free from intergenerational traumas and curses. In the name of Jesus. Amen!