Salmo 23:4
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Cuando Dios envió a Samuel que ungiera a David, rey de Israel, él no estaba en casa con sus hermanos en el centro de la finca. Más bien andaba en la serranías cuidando el rebaño de su padre. Tuvieron que mandar por él. Nada raro tiene que pudiera escribir tan clara y concisamente sobre la relación entre oveja y Pastor y dueño.
Conocía por experiencia propia las dificultades y peligros, así como las delicias de los viajes a las montañas. Muchas veces había subido con las ovejas a los prados con las ovejas. Conocía siempre esos salvajes y maravillosos campos como la palma de sus manos. Siempre se adelantaba de antemano para así poder examinar con cuidado el campo y sus alrededores. Era conocedor de los enfurecidos ríos desbordados, las avalanchas, los deslizamientos, las plantas venenosas, los estragos de los animales, de presas que incursionaban el rebaño y las terribles tormentas de granizo y nieve. Nada le tomaba por sorpresa. Estaba preparado para salvaguardar su rebaño y atenderlo con destreza bajo cualquier circunstancia. Y por supuesto conocía, “El Valle de Sombra de Muerte”, que realmente existe y es un lugar situado al sur de Jericó.
Durante muchos años se creía que esta figura del “Valle de Sombra de Muerte” era simplemente un concepto alegórico utilizado por David para referirse a la muerte física. Sin embargo, hoy sabemos que existe entre Jericó y el Mar muerto, un desfiladero conocido como “El Valle de Sombra de Muerte”. Recientes investigaciones en las antiguas costumbres de los pastores judíos han demostrado, como afirma Wallace en su artículo, publicado por la revista Reader’s Digest que los antiguos pastores judíos lo conocían y lo utilizaban para la trashumancia. Se encuentra situado al sur de Jericó, en dirección al Mar Muerto, y tiene unos 7 Km. y medio de largo. Sus paredes de roca alcanzan en algunos lugares 500 metros de altura, y en algunas partes del camino tiene tan solo dos o tres metros de ancho. Hay recodos en los que el espacio útil es tan estrecho que las ovejas siquiera pueden darse la vuelta. Además, es extremadamente peligroso, porque está lleno de hendiduras y barrancos internos. Las condiciones climáticas del país y la situación de los pastos en Palestina hacen necesario el traslado de un territorio a otro, y esto obligaba, en tiempos de David, a la mayor parte de rebaños a tener que atravesar este valle por lo menos una vez al año. Durante el día es imposible cruzarlo debido al calor irresistible. De modo que hay que hacerlo o bien al despuntar el alba o bien al anochecer, y esto aumenta sustancialmente el peligro. Aunque no había ninguna ley establecida, parece ser que, debido a la falta de luz, existía el acuerdo verbal entre los pastores de que los rebaños debían atravesarlo en una dirección en las horas de la mañana y en la otra al atardecer. El pastor usaba con gran habilidad su cayado como herramienta persuasiva para forzar a las ovejas a caminar, a saltar las hendiduras y a evitar que se acercaran al precipicio; a pesar de ello, era fácil que una oveja resbalara y quedara colgada en una hendidura a dos o tres metros del camino. Cuando sucedía esto, el pastor, con su cayado, rodeaba el cuello de las ovejas grandes o el cuerpo de las pequeñas, y tiraba de ellas, levantándolas y ayudándolas a regresar al camino.
Jesús es el gran Pastor que no nos dejará caer y si resbalamos, el nos levantará. Te establecerá en el camino correcto.
Habrán momentos en que te sentiras:
▪︎abatido y débil.
▪︎cansado y sin esperanza.
▪︎angustiado y frustrado.
▪︎con mucho dolor, sin saber que hacer.
Pero tenlo por seguro que el esta ahí contigo, soplará sobre ti y aunque sentías que no tenias nada, ahora vas a tener nuevas fuerzas para continuar y proveerá de lo que necesitas.
Oración
Salmo 23
Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta. Me haces descansar en verdes pastos, y para calmar mi sed me llevas a tranquilas aguas. Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor camino, porque así eres tú. Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza. Aunque se enojen mis enemigos, tú me ofreces un banquete y me llenas de felicidad; ¡me das un trato especial! Estoy completamente seguro de que tu bondad y tu amor me acompañarán mientras yo viva, y de que para siempre viviré donde tú vives.
En el nombre de Jesús. Amén!
Valle Sombra de Muerte
Psalm 23: 4
Even though I walk through the darkest valley, I will fear no evil, for you are with me; your rod and your staff, they comfort me.
When God sent Samuel to anoint David, king of Israel, he was not at home with his brothers in the center of the farm. Rather, he walked in the mountains taking care of his father’s flock. They had to send for him. There is nothing unusual that he could write so clearly and concisely about the relationship between sheep and Shepherd.
He knew firsthand the difficulties and dangers, as well as the delights of trips to the mountains. He many times he had gone up with the sheep to the meadows. He always knew those wild and wonderful fields like the back of his hands. He always went ahead in advance so that he could carefully examine the field and its surroundings. He was familiar with raging overflowing rivers, avalanches, landslides, poisonous plants, ravages of animals, of prey raiding the herd, and terrible storms of hail and snow. Nothing took him by surprise. He was prepared to safeguard his flock and tend to them under any circumstances. And of course he knew, “The Valley of the Shadow of Death”, which really exists and is a place located south of Jericho.
For many years it was believed that this figure from the “Valley of the Shadow of Death” was simply an allegorical concept used by David to refer to physical death. However, today we know that there exists between Jericho and the Dead Sea, a gorge known as “The Valley of the Shadow of Death.” Recent investigations into the ancient customs of Jewish shepherds have shown, as Wallace states in his article, published by Reader’s Digest, that ancient Jewish shepherds knew about it and used it for transhumance. It is located south of Jericho, in the direction of the Dead Sea, and is about 7 and a half kilometers long. Its rock walls reach in some places 500 meters high, and in some parts of the road it is only two or three meters wide. There are corners where the usable space is so tight that the sheep can even turn around. In addition, it is extremely dangerous, because it is full of crevices and internal ravines. The climatic conditions of the country and the situation of the pastures in Palestine make it necessary to move from one territory to another, and this forced, in David’s time, most herds to have to cross this valley at least once a day. year. During the day it is impossible to cross it due to the irresistible heat. So you have to do it either at dawn or dusk, and this increases the danger substantially. Although there was no established law, it seems that, due to the lack of light, there was a verbal agreement among the shepherds that the flocks had to cross it in one direction in the morning hours and in the other at sunset. The shepherd used his staff with great skill as a persuasive tool to force the sheep to walk, to jump over crevices, and to keep them from approaching the cliff; Despite this, it was easy for a sheep to slip and hang in a crevice two or three meters from the road. When this happened, the shepherd, with his staff, would surround the neck of the large sheep or the body of the small ones, and would pull them, lifting them and helping them to return to the road.
Jesus is the great Shepherd who will not let us fall and if we slip, he will lift us up. He will set you on the right path.
There will be times when you will feel:
▪︎ beaten and weak.
▪︎tired and hopeless.
▪︎anguished and frustrated.
▪︎with a lot of pain, not knowing what to do.
But rest assured that he is there with you, he will breathe life over you and although you felt that you had nothing, now you will have new strength to continue and He will provide what you need.
Prayer:
Psalm 23
The Lord is my shepherd, I lack nothing.He makes me lie down in green pastures, he leads me beside quiet waters, he refreshes my soul. He guides me along the right paths for his name’s sake. Even though I walk through the darkest valley, I will fear no evil, for you are with me; your rod and your staff, they comfort me. You prepare a table before me in the presence of my enemies. You anoint my head with oil; my cup overflows. Surely your goodness and love will follow me all the days of my life, and I will dwell in the house of the Lord forever.
In the name of Jesus. Amen!