
¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios único? JUAN 5:44 (NVI)
Complacer a la gente es una desventaja emocional. Inmoviliza tu potencial. Una paráfrasis de Proverbios 29:25 declara: «El temor a la opinión humana incapacita». Por supuesto, cualquier temor estorbará tu crecimiento espiritual, pero preocuparse por lo que otros piensen es especialmente incapacitante. Cuando las opiniones de otros nublan tu vista, el papel de Dios en tu vida se reduce; pero cuando la aprobación de Dios importa más, las nociones de otros pierden su fuerza en tu vida.
¿La opinión de quién te importa más? Cualquiera que sea esa persona, ella es tu dios. Cuando valoras las opiniones de otro más que las de Dios, le das a esa persona el poder y la autoridad que le pertenece solo al Señor. Eso produce toda clase de inseguridades en ti. Por otro lado, cuando la aprobación de Dios es lo que más te importa, eso te libera de la inseguridad, porque él nunca te rechazará.
Complacer a la gente me conduce a otros pecados. La Biblia está llena de ejemplos de personas que hicieron el mal porque cedieron a la presión de los demás: Rubén aceptó vender como esclavo a José, su hermano menor, porque sus otros hermanos lo presionaron. Aarón hizo un ídolo de oro para adorar cuando el pueblo lo presionó. Sansón rompió su voto a Dios en el momento en que su novia lo obligó. Pedro negó conocer a Jesús al temer lo que otros pudieran decir. Pilato, aunque sabía que Jesús no había hecho nada digno de castigo, permitió que se crucificara a Jesús porque temió la desaprobación de la chusma.
Si eres sincero, podrás recordar algunas ocasiones en que has cedido a la presión de los demás, tal como ellos lo hicieron. Este mismo momento sería una muy buena ocasión para hacer una pausa y confesarle a Dios tu cobardía. Eleva en oración las palabras del rey Saúl, que dijo: «¡He pecado! […] He quebrantado el mandato del Señor y tus instrucciones. Los soldados me intimidaron y les hice caso».
Permíteme ser franco: Si tus amigos están haciendo que le restes importancia a tu consagración a Jesús, niegues tus creencias, hagas acomodos en cuanto a tus valores, o abandones el sueño que Dios te dio… ¡necesitas buscarte nuevos amigos! La Biblia advierte: «No imites la maldad de las mayorías». También señala: «Si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos». Los amigos que te desaniman en tu andar con Dios no son verdaderos amigos. «No se dejen engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar».
Reflexión:
¡Tienes que complacer solo a una persona! Si lo que haces agrada a Dios, eso es siempre lo correcto que debes hacer. Puedes dejar de preocuparte por la reacción de todos los demás.
DAY 42/Fourth part • The People-Pleaser Trap
You try to get praise from each other, but you do not try to get the praise that comes from the only God. So how can you believe?
JOHN 5:44 (NCV)
People-pleasing is an emotional handicap. It immobilizes your potential. The Message paraphrase of Proverbs 29:25 says, “The fear of human opinion disables.” Of course, any fear will hinder your spiritual growth, but worrying about what others think is especially disabling. When the opinions of others loom large in your life, God’s role in your life is reduced. But when God’s approval matters most to you, the views of others lose their grip on your life.
Whose opinion matters most to you? Whoever that person is, is your god. When you value anyone’s opinions more than God’s, you give that person power and authority that belongs only to God. That creates all kinds of insecurity within you. On the other hand, when God’s approval matters the most to you, it sets you free from insecurity, because he will never reject you.
People-pleasing leads me to other sins. Scripture is filled with examples of people who did wrong because they gave in to peer pressure: Reuben agreed to sell Joseph, his younger brother, into slavery because the other brothers pressured him. Aaron built a golden idol to worship when the people pressured him. Samson broke his vow to God when his girlfriend pressured him. Peter denied knowing Jesus when he feared what others might say. And Pilate, even though he knew Jesus had done nothing worthy of punishment, allowed Jesus to be crucified because he feared the disapproval of the crowd.
If you’re honest, you can recall times when you have caved in to peer pressure the way these people did. Right now would be a great time to pause and confess your cowardice to God. Pray the words of King Saul, who said, “I’ve sinned! I’ve trampled roughshod over God’s Word and your instructions. I cared more about pleasing the people. I let them tell me what to do.”
Let me be frank: If your friends are causing you to downplay your commitment to Jesus, deny your beliefs, compromise your values, or give up on the dream God gave you, you need to find new friends! The Bible warns, “Do not follow the crowd in doing wrong.” It also says, “If bad companions tempt you, don’t go along with them.” Friends who discourage your walk with God are not true friends. “Do not be misled: ‘Bad company corrupts good character.’ Come back to your senses as you ought, and stop sinning.”
Reflection:
You only have to please one person! If what you do pleases God, it is always the right thing to do. You can stop worrying about everyone else’s reactions.