
Dios nos ha dado el privilegio de motivar a cada uno a venir hacia su favor y ser reconciliados en él.
2 CORINTIOS 5:18 (BAD)
Tu misión es un privilegio maravilloso. Aunque es una gran responsabilidad, también es un honor increíble ser usado por Dios. Pablo dijo: «Dios nos ha dado el privilegio de motivar a cada uno a venir hacia su favor y ser reconciliados en él». Tu misión involucra dos grandes privilegios: trabajar con Dios y representarlo. Estamos asociados con él en la construcción de su reino. Pablo nos llamó «colaboradores» y dijo: «Estamos trabajando juntos con Dios».
Jesús aseguró nuestra salvación, nos puso en su familia, nos dio su Espíritu y nos hizo sus agentes en el mundo. ¡Qué privilegio! La Biblia dice: «Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: “En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios”».
Decirle a otros cómo pueden obtener la vida eterna es lo mejor que puedes hacer por ellos. Si tu vecino tiene cáncer o SIDA y sabes cuál es la cura, sería un crimen que retuvieras esa información que le salvaría la vida. Peor aún es mantener en secreto el camino del perdón, el propósito, la paz y la vida eterna. Tenemos las buenas nuevas y compartirlas es el acto de bondad más grande que puedes mostrarle a cualquiera. Uno de los problemas en la vida de los cristianos es que se olvidan de cómo se sentían: sin esperanzas y sin Cristo. Debemos recordar que no importa cuán felices o exitosas aparenten ser las personas, sin Cristo están perdidas y listas para la separación eterna de Dios. La Biblia dice: «Jesús es el único que puede salvar a las personas». Todos necesitamos a Jesús.
Tu misión tiene un significado eterno. Esto impactará el destino eterno de otras personas, así que es más importante que cualquier trabajo, logro o meta que puedas alcanzar durante tu vida en la tierra. Las consecuencias de tu misión son para siempre; las de tu trabajo no. Ninguna otra cosa podrás hacer que importe tanto como ayudar a las personas a establecer una relación con Dios. Esta es la urgencia de nuestra misión. Jesús dijo: «Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar». El reloj está marcando la hora en tu vida misionera, así que no demores. ¡Inicia tu misión de alcanzar a otros ya! Tendremos toda la eternidad para celebrar con los que llevemos a Jesús, pero tenemos el tiempo contado para alcanzarlos.
Reflexión:
La Gran Comisión le fue asignada a cada seguidor de Cristo.
DAY 36/Third part – Made for a Mission
Christ changed us from enemies into his friends and gave us the task of making others his friends also.
2 CORINTHIANS 5:18 (TEV)
Your mission is a wonderful privilege. Although it is a big responsibility, it is also an incredible honor to be used by God. Paul said, “God has given us the privilege of urging everyone to come into his favor and be reconciled to him.” Your mission involves two great privileges: working with God and representing him. We get to partner with God in the building of his kingdom. Paul calls us “co-laborers” and says, “We are workers together with God.”
Jesus has secured our salvation, put us in his family, given us his Spirit, and then made us his agents in the world. What a privilege! The Bible says, “We’re Christ’s representatives. God uses us to persuade men and women to drop their differences and enter into God’s work of making things right between them. We’re speaking for Christ himself now: Become friends with God.”
Telling others how they can have eternal life is the greatest thing you can do for them. If your neighbor had cancer or AIDS and you knew the cure, it would be criminal to withhold that lifesaving information. Even worse is to keep secret the way to forgiveness, purpose, peace, and eternal life. We have the greatest news in the world, and sharing it is the greatest kindness you can show to anyone.
One problem long-term Christians have is that they forget how hopeless it felt to be without Christ. We must remember that no matter how contented or successful people appear to be, without Christ they are hopelessly lost and headed for eternal separation from God. The Bible says, “Jesus is the only One who can save people.” Everybody needs Jesus.
Your mission has eternal significance. It will impact the eternal destiny of other people, so it’s more important than any job, achievement, or goal you will reach during your life on earth. The consequences of your mission will last forever; the consequences of your job will not. Nothing else you do will ever matter as much as helping people establish an eternal relationship with God.
Reflection:
The Great Commission was given to every follower of Jesus.