Dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.
1 PEDRO 1:13 (NVI)
Realmente, cuanto más te acercas a Dios, tanto más Satanás tratará de tentarte. En cuanto llegaste a ser un hijo de Dios, Satanás, como un mafioso que contrata asesinos a sueldo, «le puso precio a tu cabeza». Eres su enemigo, y él está tramando tu caída.
A veces, mientras oras, Satanás sugerirá un pensamiento raro o malo simplemente para distraerte y avergonzarte. No te alarmes ni te avergüences por eso, sino comprende que Satanás le tiene miedo a tus oraciones e Intentará hacer cualquier cosa para detenerlas. En lugar de condenarte diciendo: «¿Cómo se me ocurrió un pensamiento así?», piensa que es una distracción de Satanás e inmediatamente vuelve a concentrarte en Dios.
Reconoce lo que te tienta y prepárate. Ciertas situaciones te hacen más vulnerable a la tentación que otras. Algunas circunstancias te harán tropezar casi de inmediato, mientras que otras no te molestarán mucho. ¡Estas situaciones son particulares para tus debilidades y necesitas identificarlas, porque Satanás las conoce con toda seguridad! Él sabe exactamente qué es lo que te hace tropezar y trabaja constantemente para ponerte en esas circunstancias. Pedro advierte: «Manténganse en alerta. El diablo está en posición para saltar, y nada le gustaría más que encontrarlos tomando una siesta».
Pregúntate: «¿Cuándo me siento más tentado? ¿Qué día de la semana? ¿A qué hora del día?».
Pregúntate: «¿Dónde me siento más tentado? ¿En el trabajo? ¿En casa? ¿En la casa de un vecino? ¿En un centro deportivo? ¿En el aeropuerto o un motel fuera de la ciudad?». Pregúntate: «¿Quién está conmigo cuando soy más tentado? ¿Los amigos? ¿Los colaboradores? ¿Una muchedumbre de extraños? ¿Estoy solo?». También pregúntate: «¿Cómo me siento por lo general cuando soy más tentado?». Esto puede ocurrir cuando estás cansado o solo o aburrido o deprimido o bajo estrés. Puede ser cuando sientes que te han lastimado o estás enfadado o angustiado, o después de un gran éxito o cuando espiritualmente te sientes en la cima.
Debes identificar tu modelo particular de tentación y luego prepararte para evitar esas situaciones tanto como sea posible. La Biblia nos dice repetidamente que nos anticipemos y estemos listos para enfrentar la tentación. Pablo dijo: «No le den ninguna oportunidad al diablo». La planeación sabia reduce la tentación. Sigue el consejo de Proverbios, que nos aconseja: «Planeen cuidadosamente lo que hacen… Eviten el mal y caminen directamente hacia adelante. No se desvíen ni un paso del camino correcto». «El camino del hombre recto evita el mal; el que quiere salvar su vida, se fija por dónde va».
Reflexión:
En lugar de ceder o rendirte, mira a Dios, espera que él te ayude, y recuerda la recompensa que te espera:
DAY 26/Fifth part – Growing through Temptation
Prepare your minds for action; be self-controlled; set your hope fully on the grace to be given you when Jesus Christ is revealed.
1 PETER 1:13 (NIV)
Actually, the closer you grow to God, the more Satan will try to tempt you. The moment you became God’s child, Satan, like a mobster hit man, put out a “contract” on you. You are his enemy, and he’s plotting your downfall.
Sometimes while you are praying, Satan will suggest a bizarre or evil thought just to distract you and shame you. Don’t be alarmed or ashamed by this, but realize that Satan fears your prayers and will try anything to stop them. Instead of condemning yourself with “How could I think such a thought?” treat it as a distraction from Satan and immediately refocus on God.
Recognize your pattern of temptation and be prepared for it. There are certain situations that make you more vulnerable to temptation than others. Some circumstances will cause you to stumble almost immediately, while others don’t bother you much. These situations are unique to your weaknesses, and you need to identify them because Satan surely knows them! He knows exactly what trips you up, and he is constantly working to get you into those circumstances. Peter warns, “Stay alert. The Devil is poised to pounce, and would like nothing better than to catch you napping.”
Ask yourself, “When am I most tempted? What day of the week? What time of day?” Ask, “Where am I most tempted? At work? At home? At a neighbor’s house? At a sports bar? In an airport or motel out of town?”
Ask, “Who is with me when I’m most tempted? Friends? Coworkers? A crowd of strangers? When I’m alone?” Also ask, “How do I usually feel when I am most tempted?” It may be when you are tired or lonely or bored or depressed or under stress. It may be when you have been hurt or angry or worried, or after a big success or spiritual high.
You should identify your typical pattern of temptation and then prepare to avoid those situations as much as possible. The Bible tells us repeatedly to anticipate and be ready to face temptation. Paul said, “Don’t give the Devil a chance.” Wise planning reduces temptation. Follow the advice of Proverbs: “Plan carefully what you do. . . . Avoid evil and walk straight ahead. Don’t go one step off the right way.” “God’s people avoid evil ways, and they protect themselves by watching where they go.”
Reflection:
Instead of giving in or giving up, look up to God, expect him to help you, and remember the reward that is waiting for you.