Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz pediré a Jehová misericordia.
SALMO 142.1
Puedes hablarle a Dios porque Dios escucha. Tu voz tiene importancia en el cielo. Él te toma muy en serio. Cuando entras en su presencia, se vuelve para oír tu voz. No tienes que temer que no se fije en ti. Aun si tartamudeas o tropiezas, aun si lo que tienes que decir no impresiona a nadie, sí impresiona a Dios, y Él te escucha. Él escucha la dolorosa súplica del anciano en el asilo. Escucha la ruda confesión del condenado a muerte. Cuando el alcohólico ruega por misericordia, cuando el esposo o la esposa pide orientación, cuando el empresario pasa de la calle a la capilla, ”ios escucha.
Atentamente, cuidadosamente.
God Listens
I will cry out to the Lord with my voice; I will pray to the Lord for mercy.
PSALM 142:1
You can talk to God because God listens. Your voice matters in heaven. He takes you seriously. When you enter His presence, He turns to hear your voice. You don’t have to fear that He won’t notice you. Even if you stutter or stumble, even if what you have to say doesn’t impress anyone, it does impress God, and He listens. He hears the painful plea of the old man in the nursing home. He hears the harsh confession of the man condemned to death. When the alcoholic begs for mercy, when the husband or wife asks for guidance, when the businessman walks from the street to the chapel, He listens.
Carefully, attentively.