¿Por qué, SEÑOR, te mantienes distante? ¿Por qué te escondes en momentos de angustia?
(SALMOS 10.1, NVI)
El libro de los Salmos es una colección de cánticos de alabanza o poesías a Dios. Suena bastante insulso. Ciertos capítulos pueden ser decididamente tranquilos y relajantes, pero hay numerosos salmos de enojo, irritación, asombro o incluso unas cuantas quejas. ¡Espera!, podrías pensar. ¿Acaso no se supone que solo debemos decir cosas buenas de Dios como «Aleluya» y «Alabado sea el Señor»?
Cuando David escribió el salmo 10 estaba bastante ofendido y no temió contárselo al Señor. Estaba harto del intimidante vecindario y enojado con el mandamás local que mentía y los engañaba poniéndoles trabas para impedir que prosperaran.
¿Te suena familiar? Tal vez veas al chico popular burlándose de una niña nueva en la escuela, o conozcas a un estudiante que siempre obtiene sobresalientes y hace trampas en todos los exámenes de historia y luego se jacta de ello. En tu corazón te preguntas, quizás, por qué Dios los deja salirse con la suya en todo. Sin embargo, tu cabeza te dice que reprimas tus quejas. Después de todo, ¿no se enfadaría Jesús si te desahogas con ese jugador de fútbol que insulta y juega sucio cuando los árbitros no están mirando? ¡De ninguna manera! A lo largo de los salmos, David cuestionó a Dios, se quejó de los impíos y le dijo a Dios que quería que hiciera algo al respecto. David usó un lenguaje real para comentarle al Dios real unos problemas reales. Está bien informar a Dios de lo que sientes de verdad. No te preocupes…, ¡tu Padre celestial puede solucionarlo!
Oración
Padre celestial, te gusta que te cuente cómo me ha ido el día. Gracias por ser alguien con quien puedo hablar de cualquier cosa con toda seguridad, incluso puedo transmitirte mi enojo o mis preguntas. Sé que sigues amándome de todos modos.
Day 73 • Full Expressions
Why, LORD, do you stand far off? Why do you hide yourself in times of trouble?
(PSALM 10:1)
The book of Psalms is a collection of worship songs or poetry to God. Sounds pretty tame. Certain chapters can definitely be calm and soothing, but there are just as many psalms that are angry, irritated, freaked out, or even a little whiny. “Wait!” you might think. “Aren’t we only supposed to say nice things about God like ’Hallelujah’ and ’Praise the Lord’?”
When David wrote Psalm 10, he was seriously miffed and not afraid to tell the Lord. He was sick of the neighborhood bully and angry with the local head honchos who lied and cheated their way to the top.
Sound familiar? Maybe you see the popular kid mocking the new girl at school, or you know a straight-A student who cheats on every history test and then brags about it. Your heart might wonder why God lets them get away with everything. But your head tells you to cork your complaints. After all, won’t Jesus be mad if you vent about that soccer player who trash talks and plays dirty when the refs aren’t looking? No way! Throughout the psalms, David questioned God, griped about the wicked, and told God he wanted him to do something about it. David used real language to tell the real God about real problems. It’s okay to let God know how you really feel. Don’t worry—your heavenly Father can handle it!
Prayer: Heavenly Dad, you like hearing about my day. Thanks for being a safe person I can tell anything to, even my anger or questions. I know you still love me anyway.