Día 6 / 3ra Parte – La vida en la tierra es una asignación temporal

Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.

2 CORINTIOS 4:18 (NVI)

En comparación con otros siglos, nunca ha sido tan fácil vivir como se vive hoy en el mundo occidental. Actualmente somos bombardeados con toda clase de entretenimientos, diversiones y la complacencia de todos nuestros gustos personales. Hoy en día, con todos los fascinantes entretenimientos de los que estamos rodeados, lo cautivador de los medios informativos, y todas las cosas nuevas que existen para explorar nuevas experiencias, es fácil olvidar que la vida no consiste en la búsqueda de la felicidad. Solo cuando recordamos que la vida es una prueba, un fideicomiso y una asignación temporal es que el enamoramiento con estas cosas pierde el dominio sobre nuestras vidas. Nos estamos preparando para algo mejor. «Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno».

El hecho de que la tierra no sea nuestra última morada explica por qué nosotros, como seguidores de Jesús, pasamos dificultad, sufrimiento y rechazo en este mundo. También explica por qué algunas de las promesas de Dios parecieran inconclusas, algunas oraciones sin respuesta y algunos sucesos aparentaran ser injustos. Aquí no acaba la historia.

Para evitar que nos aferremos demasiado a esta tierra, Dios permite que experimentemos algún grado de incomodidad y tristeza en nuestras vidas, o sea, anhelos que nunca serán satisfechos de este lado de la eternidad. ¡No somos completamente felices aquí porque no se supone que lo seamos! La tierra no es nuestro hogar final; hemos sido creados para algo mucho mejor.

Un pez nunca podría sentirse bien viviendo en la tierra, porque fue creado para el agua. Un águila no se sentiría realizada si no se le permitiera volar. Nunca te sentirás completamente satisfecho en la tierra porque fuiste creado para algo más. Tendrás momentos felices aquí, pero nada comparado con lo que Dios tiene planeado para ti.

Darte cuenta de que la vida en la tierra es tan solo una misión temporal debiera cambiar radicalmente tus valores. Los valores eternos, no los temporales, deben ser los factores determinantes que influyan en tus decisiones. Así es como lo observó C.S. Lewis: «Todo lo que no sea eterno es eternamente inútil». La Biblia dice: «Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno».

Es un error trágico dar por sentado que el objetivo de Dios para tu vida es la prosperidad material o el éxito popular como el mundo lo define. La vida abundante nada tiene que ver con la abundancia material, y la fidelidad a Dios no garantiza el éxito en una carrera ni en el ministerio. Nunca te concentres en coronas temporales.

Reflexión:

Darte cuenta de que la vida en la tierra es tan solo una misión temporal, debiera cambiar radicalmente tus valores.


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