Siempre contigo

Sé que el SEÑOR siempre está conmigo. No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.
Salmos 16:8 (NTV)


Muchas veces planteamos preguntas equivocadas al Señor. Decimos: «¿Dónde estás, Dios? ¿Por qué no apareces? ¿No ves cómo estoy luchando y el dolor que siento?». La respuesta del Señor, por supuesto, es: «Estoy aquí contigo. Sé exactamente lo que está pasando». En vez de eso, nuestras preguntas al Señor deberían ser: «¿Qué me impide verte? ¿Qué quieres que haga y aprenda? Ayúdame a verte y a sentir tu presencia».


Jesús siempre está contigo a través de la presencia de su Espíritu Santo en ti. La plenitud de su ser todopoderoso y omnisapiente está siempre presente y activa en tu vida, cada minuto de cada hora de cada día. Él nunca será más tu Salvador, Sanador, poderoso Guerrero o Libertador de lo que lo es en este momento. Él es el mismo ayer, hoy y siempre. Así que no importa cuán agotado, golpeado, magullado, devastado o incluso muerto te sientas por dentro como resultado de tus luchas, reconoce que Jesús no te ha abandonado, sino que está trabajando en ti y por ti. Él te está levantando a una vida abundante que no conocías. Así que no te rindas. Sigue buscándolo.


Oración:
Jesús, gracias por estar conmigo en todo lo que experimento. Amén.


Always There

The LORD is always with me. I will not be shaken, for he is right beside me.
Psalm 16:8 NLT

So often, we ask the wrong questions of the Lord. We say, “Where are You, God? Why don’t You show up? Can’t You see how I am struggling—the pain I’m in?” The Lord’s answer, of course, is, “I’m right here with you. I know exactly what’s going on.” Instead, our questions to the Lord should be, “What is hindering me from seeing You? What would you have me do and learn? Help me to see You and to experience Your presence.”


Jesus is always with you through the indwelling presence of His Holy Spirit. The fullness of His almighty, all-wise being is always present and active in your life—every minute of every hour of every day. He will never be more your Savior, Healer, Mighty Warrior, or Deliverer than He is at this moment. He is the same yesterday, today, and forever. So no matter how exhausted, battered, bruised, devastated, or even dead you may feel inside as the result of your struggles, realize that Jesus has not abandoned you but is working in you and for you. He is raising you up into the newness of the abundant life. So don’t give up. Keep seeking Him.


Prayer:
Jesus, thank You for being with me in all I experience. Amen.