Abrazando la fortaleza de Dios

"Así que no temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Yo te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra de justicia".
Isaías 41:10 (NVI)

Uno de mis amigos de la escuela secundaria tenía un padre que estaba enfermo en el hospital. Su madre trabajaba muchas horas como enfermera para llegar a fin de mes, por lo que mi amiga cuidó a su hermano y hermana menores durante este momento difícil. Comenzó a sentirse abrumada y asustada ante tan gran responsabilidad. Preparó la comida de sus hermanos, los ayudó con sus tareas e hizo todo lo posible para mantener altas sus calificaciones.

Se sentía abrumada, ahogándose en sus responsabilidades y cada vez más cansada y cansada. Ella oró a Dios para que Él la ayudara. La semana siguiente, una vecina amigable se ofreció a cuidar a sus hermanos durante unas horas después de la escuela y ayudarlos con sus tareas, dándole más tiempo para sus propios estudios.

Sintió que se le había quitado una carga y sabía que sólo Dios podría haber hecho esto. En esos momentos oscuros, si clamamos a Dios, Él nos ayudará. Él nos abrazará cuando sintamos que no podemos soportar más. Dios siempre proveerá.

La próxima vez que enfrentes un desafío, ora para ser consciente de la cercanía de Jesús y consuélate sabiendo que Él está contigo en cada paso del camino. Es un amigo como ningún otro.

Oración:

Jesús, gracias por sostenerme cuando siento que no puedo seguir adelante. En Tus brazos encuentro mi fuerza para seguir adelante, y cuando te llamo, Tú siempre respondes.


Embracing god’s strength

So do not fear, for I am with you; do not be dismayed, for I am your God. I will strengthen you and help you; I will uphold you with my righteous right hand.” 
Isaiah 41:10 (NIV) 

One of my friends in high school had a father who was ill in the hospital. Her mother worked long hours as a nurse to make ends meet, so my friend cared for her younger brother and sister during this challenging time. She began to feel overwhelmed and scared with such a great responsibility. She made her siblings’ meals, helped them with their homework, and did her best to keep her own grades up.

She felt like she was overwhelmed and drowning in her responsibilities and growing weary and tired. She prayed to God that He would help her. The following week, a friendly neighbor offered to watch her siblings for a few hours after school and help them with their homework, giving her more time for her own studies.

She felt like a burden had been lifted, and she knew that only God could have done this. In those dark moments, if we call out to God, He will help us. He will hold us when we feel like we can’t take anymore. God will always provide.

The nex’ time you face a challenge, pray for the awareness of Jesus’ nearness, and take comfort in knowing that He is with you every step of the way. He is a friend like no other.

Prayer:

Jesus, thank You for holding me when I feel like I can’t go on. In Your arms, I find my strength to carry on, and when I call out to You, You always answer.