Confío en ti

"Cuando tengo miedo, en ti pongo mi confianza. En Dios, cuya palabra alabo; en Dios confío y no tengo miedo. ¿Qué pueden hacerme los simples mortales?"
Salmo 56:3-4 (NVI)

“Vamos, no es gran cosa. Es sólo una barra de chocolate”. Eso es lo que dijo mi amiga mientras lo metía en mi bolsillo. Se me revolvió el estómago y me preocupaba que el gerente del supermercado viera lo que había hecho. Inmediatamente lo saqué de mi bolsillo y se lo devolví a mi amigo.

Ella comenzó a burlarse de mí y a decirme que ya no era lo suficientemente genial para salir con ella. Me dolió, pero en el fondo sabía que estaba mal a los ojos de Dios y quería seguirlo a Él y no a mi amigo.

Cuando tenemos este miedo, es importante recordar que Jesús es nuestro amigo, incluso cuando otros no lo son. Él siempre está con nosotros, especialmente en tiempos de miedo. Cuando tenemos miedo, siempre es mejor poner nuestra confianza en Dios, no en los demás. Haz lo que creas correcto y escucha tu voz interior. Si escuchas atentamente, encontrarás que Jesús siempre te habla.

La próxima vez que tengas miedo, respira profundamente y di: “Jesús, tú eres mi mejor amigo y te necesito ahora mismo”.

Oración:

Señor Jesús, en ti pondré mi confianza. Sé que siempre me guiarás por el camino correcto.


I trust in you

“When I am afraid, I put my trust in you. In God, whose word I praise— in God I trust and am not afraid. What can mere mortals do to me?” 
Psalm 56:3-4 (NIV) 

“Come on, it’s not a big deal. It’s just a candy bar.” That’s what my friend said as she slipped it into my pocket. My stomach sickened, and I worried that the grocery store manager saw what she had done. I immediately yanked it out of my pocket and returned it to my friend.

She started teasing me and telling me I wasn’t cool enough to hang out with her anymore. It hurt, but deep down, I knew it was wrong in God’s eyes, and I wanted to follow Him and not my friend.

When we are scared like this, it’s important to remember that Jesus is our friend, even when others aren’t. He is always with us, especially in times of fear. When we are frightened, it is always best to put our trust in God, not others. Do what you think is right and listen to your inner voice. If you listen closely, you will find that Jesus always speaks to you.

The next time you’re afraid, take a deep breath and say, “Jesus, You are my best friend, and I need You right now.”

Prayer:

Lord Jesus, I will put my trust in You. I know You will always lead me down the right path.