“El encanto es engañoso y la belleza pasajera; pero la mujer que teme al Señor es digna de alabanza”. Proverbios 31:30
¿Me preocupa cómo me ve la gente o me preocupa más conocer a Dios?
Los concursos de belleza aparecen en revistas, televisión y redes sociales. Siempre habrá alguien que creas que se ve más hermoso que tú. Puedes vestirte delgada y comparar tu apariencia con la de otras chicas de la escuela. Quizás pienses: “Ella es más hermosa que yo. Ella tiene más amigos que yo. ¿Por qué recibe los números de teléfono de todos los chicos y ningún chico me mira, ni siquiera como amiga, y mucho menos como novia? ¿Qué tengo que hacer para que la gente de la escuela me note?
Puede que hagas todo lo posible para lucir más bella según los estándares del mundo. Puedes comprar diferentes marcas de maquillaje y probar nuevos estilos de ropa y peinados únicos para impresionar a la gente de tu clase. Todo eso es común en la adolescencia, pero lo fundamental que hay que recordar es que el encanto y la belleza son pasajeros. Si eres una mujer que ama al Señor, estás haciendo lo correcto en tu vida. Piensa en cómo puedes ser un reflejo de Él para tus compañeros de clase en lugar de pensar que no eres hermosa.
Siempre que tengas problemas con la belleza, di esta oración: “Señor, por favor recuérdame que seguirte es lo divino que puedo hacer en la vida”.
Beauty Competition
“Charm is deceptive, and beauty is fleeting; but a woman who fears the Lord is to be praised.” Proverbs 31:30
Am I worried about how people see me, or am I more concerned about knowing God?
Beauty competition is in magazines, on TV, and on social media. There will always be someone that you think looks more beautiful than you. You can wear yourself thin, comparing your looks to other girls at school. You may think, “She’s more beautiful than me. She has more friends than I do. Why is she getting all the boys’ phone numbers, and not one guy is looking at me, even as a friend, much less as a girlfriend? What do I have to do to get noticed by people at school?”
You may go to great lengths to make yourself look more beautiful according to the world’s standards. You may buy different makeup brands and try new styles of clothing and unique hairstyles to impress people in your class. All of that is common as a teenager, but the critical thing to remember is that charm and beauty are fleeting. If you are a woman who loves the Lord, you are doing the right thing in your life. Think about how you can be a reflection of Him to your classmates instead of thinking you aren’t beautiful.
Whenever you struggle with beauty, say this prayer: “Lord, please remind me that following you is the divine thing I can ever do in life.”