¿Por qué?

Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas. 
ECLESIASTÉS 11:5 (NVI) 

¿Por qué? Imagínate a un niño pequeño que acaba de comprender el significado y el poder de estas dos maravillosas palabras. Una y otra vez, ante todo lo que oye, responde: «¿Por qué?».

A medida que crecemos aprendemos a dejar de preguntar por qué tan a menudo, pero dentro de nuestras mentes conservamos un poderoso deseo de saber. Es la naturaleza humana. Aun así, cuando se trata de la mente de Dios, no somos capaces de satisfacer ese deseo. Su mente y sus caminos son insondables. Aceptar e incluso abrazar esta verdad es una señal de crecimiento espiritual.


Oración:
Padre, ansío conocerte. Incluso ante aquellas cosas que no puedo comprender, mi alma suplica y quiere saber por qué. Ayúdame a disfrutar de estas preguntas. Ayúdame a descansar en tu soberanía.


Why?

As you do not know the path of the wind, or how the body is formed in a mother’s womb, so you cannot understand the work of God, the Maker of all things. 
ECCLESIASTES 11:5 NIV 

“Why?” Call to mind a toddler who has just grasped the meaning and power of this wonderful little word. Over and over, to everything they hear, they respond, “Why?”

As we grow we learn to stop asking why so often, but inside our minds, we maintain a powerful desire to know. It is human nature. However, when it comes to the mind of God, we cannot satisfy this desire. His mind—his ways—cannot be known. Accepting and even embracing this truth is a sign of spiritual growth.


Prayer:
Father, I long to know you! Even regarding that which I cannot know, my soul cries out, “But why?” Please help me enjoy the wondering, Lord. Help me rest in your sovereignty.