El fruto del dominio propio

Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse. (Proverbios 25:28)

La gente suele decir que no tienen dominio propio, pero si son cristianos, eso no es exacto. Dios nos ha dado el poder y la capacidad para controlar nuestros pensamientos, palabras y acciones. No debemos tratar de controlar a otras personas y no podemos controlar todas las circunstancias de nuestras vidas, pero podemos controlarnos a nosotros mismos.

El dominio propio es en realidad un fruto de la vida dirigida por el Espíritu (ver Gálatas 5:22-23). Si tiene una tendencia a querer controlar a las personas y circunstancias en su vida, pídale a Dios que le ayude a controlarse a usted mismo en su lugar. Cuanto más ejercitemos el dominio propio, más fácil será hacerlo.

Cuando una circunstancia es desagradable o incluso manifiestamente dolorosa, ejerza el dominio propio. Ore inmediatamente pidiéndole a Dios que le ayude a controlarse y a tener una respuesta piadosa a la situación en lugar de una emocional.


Pensamiento del día Aunque no siempre podemos controlar cómo nos sentimos, podemos controlar cómo nos comportamos.


Profundice en la Palabra de Dios: 2 Pedro 1:5-7; Eclesiastés 7:9


The Fruit of Self-Control

Like a city that is broken down and without walls [leaving it unprotected] is a man who has no self-control over his spirit [and sets himself up for trouble].

(Proverbs 25:28)

People often say that they have no self-control, but if they are Christians, that is not accurate. God has given us the power and ability to control our thoughts, words, and actions. We are not to try to control other people, and we cannot control all of the circumstances in our lives, but we can control ourselves.

Self-control is actually a fruit of the Spirit-led life (see Galatians 5:22–23). If you have a tendency to want to control the people and circumstances in your life, ask God to help you control yourself instead. The more we exercise self-control, the easier it will become to do it.

When a circumstance is unpleasant or even downright painful, exercise self-control. Pray right away, asking God to help you control yourself and have a godly response to the situation rather than an emotional one.

Today’s Thought

Although we cannot always control how we feel, we can control how we behave.

Dig Deeper into God’s Word: Study 2 Peter 1:5–7; Ecclesiastes 7:9