LA INSTRUCCIÓN DE LA PALABRA

Enteramente preparado para toda buena obra. 2 TIMOTEO 3:17


Durante los últimos días hemos visto que la Palabra es realmente central para conocer y hacer la voluntad de Dios. No podemos vivir la vida cristiana separados de las Escrituras. El Señor actúa a través de ella a fin de prepararnos, dándonos todo lo que necesitamos para así poder completar toda buena obra.

A veces lo más difícil para cualquiera de nosotros es terminar bien. Experimentamos momentos en nuestras vidas en que sentimos que no podemos continuar u obtener lo que se nos ha pedido alcanzar. Las cargas se vuelven demasiado pesadas, las decisiones demasiado complejas, los retos demasiado desalentadores y el camino demasiado desconcertante. Nos preguntamos si tenemos lo necesario para seguir adelante o si sencillamente deberíamos darnos por vencidos.

No obstante, lo que la Palabra hace en tales casos es ayudarnos a terminar el viaje. Nos entrena para tener «puestos los ojos en
Jesús, el autor y consumador de la fe» (Hebreos 12:2). A través de las Escrituras Dios nos concede el alimento espiritual que nos nutre, proporcionándonos la sabiduría y energía que necesitamos para continuar cada día y enfrentar los obstáculos que acechan nuestro sendero.

Oración:
Jesús, gracias por obrar mediante tu Palabra a fin de prepararme para toda buena obra, incluida la duración del trayecto. Resistiré sabiendo que siempre estás conmigo. Amén.


THE EQUIPPING OF THE WORD

God uses it to . . . equip his people to do every good work. 2 TIMOTHY 3:17 NLT

During the last few days, we’ve seen that the Word is indeed central to knowing and doing God’s will. You cannot truly live the triumphant Christian life apart from it. The Lord works through it to equip you—thoroughly furnishing you with everything you need to complete every good work.

At times, the most difficult thing for any of us to do is finish well. We come to points in our lives when we feel we cannot go on or achieve what we have been given to accomplish. The burdens become too heavy, the decisions too complex, the challenges too disheartening, and the road too bewildering. We wonder if we have what it takes to keep going or if we should just give up.

But what the Word does in such times is help us complete the journey. It trains us to keep “fixing our eyes on Jesus, the author and perfecter of faith” (Hebrews 12:2). Through Scripture, God gives us the spiritual food that fuels us, providing the wisdom and energy we need to keep going each day and confront the obstacles that await us on the path.

Prayer:
Jesus, thank You for working through Your Word to equip me for every good work, including the length of the journey. I will endure knowing You are always with me. Amen.