
El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles.
2 CRÓNICAS 16:9 (BAD)
¿Cuál será la comunidad de mi vida? Esto tiene que ver con el compañerismo y la comunión. ¿Cómo mostrarás tu compromiso con otros creyentes y tu conexión con la familia de Dios? (¿Dónde vas a practicar el mandamiento «unos a los otros» con otros cristianos?). ¿A cuál familia de la iglesia te unirás como un miembro activo? (Cuanto más maduras, más amarás al cuerpo de Cristo y querrás sacrificarte por él). La Biblia dice: «Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella». Debes incluir una expresión de amor para la iglesia de Dios en tu declaración.
Al considerar tus respuestas a estas preguntas, incluye cualquier escritura que te hable acerca de cada uno de esos propósitos. Hay muchas en este libro. Puede que te tome semanas o meses elaborar la declaración de propósito de tu vida de la manera que quieres. Ora, piensa en esto, habla con tus amigos y reflexiona en las Escrituras. Puedes volver a escribirlas cuantas veces sea necesario hasta que llegues a tu declaración final. Aun después, quizás le hagas algunos cambios menores de acuerdo con lo que Dios te vaya haciendo entender y según tu forma. Si quieres ver algunos ejemplos de otras personas, puedes enviarme un correo electrónico (Apéndice 2).
Además de escribir en detalle la declaración del propósito de tu vida, también es útil una declaración breve o lema que resuma los cinco propósitos de tu vida de manera que los puedas memorizar y te inspiren. Así podrás recordarlos diariamente. Salomón aconsejó: «Será bueno mantener estas cosas en tu mente para que puedas repetirlas».18 Aquí tienes algunos ejemplos: • «Mi propósito en la vida es adorar a Cristo con todo mi corazón, servirle con mi FORMA, tener compañerismo con su familia, crecer igual a él en carácter, y cumplir su misión en el mundo para que así reciba la gloria». • «Mi propósito en la vida es ser un miembro de la familia de Cristo, un modelo de su carácter, un ministro de su gracia, ser un mensajero de su palabra y un magnificador de su gloria». • «Mi propósito en la vida es amar a Cristo, crecer en Cristo, compartir a Cristo, servir a Cristo a través de su iglesia, y guiar a mi familia y a otros a hacer lo mismo». • «Mi propósito en la vida es hacer un gran compromiso con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión». • «Mi objetivo es parecerme más a Cristo, mi familia es la iglesia, mi ministerio es ____________; mi misión es ____________; mi motivo es la gloria de Dios». Puedes pensar: «¿Y qué hay acerca de la voluntad de Dios para mi trabajo o matrimonio? ¿Dónde se supone que tengo que vivir o ir a estudiar?». Sinceramente, estos son asuntos secundarios en tu vida, puedes tener muchas posibilidades y todas pueden caber dentro de la voluntad de Dios para ti. Lo más importante es que cumplas los propósitos eternos de Dios, independientemente de dónde vivas o trabajes o con quién estés casado. Esas decisiones deben apoyar tus propósitos. La Biblia dice: «Muchos son los planes en el corazón del hombre, pero son los propósitos del Señor los que prevalecen». Enfócate en los propósitos de Dios para tu vida, no en tus planes, ya que son los que perdurarán.
Una vez escuché la sugerencia de desarrollar la declaración de propósito para tu vida basándola en lo que esperas que la gente diga en tu entierro. Imagina el elogio perfecto y después elabora tu declaración basada en eso. Francamente, esta es una mala idea. Al final de tu vida no importa lo que las otras personas digan acerca de ti. Lo único que te debe importar es lo que Dios diga de ti. La Biblia declara: «Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas».
Un día Dios revisará tus respuestas a estas preguntas. ¿Pusiste a Jesús en el centro de tu vida? ¿Desarrollaste su carácter? ¿Diste tu vida por servir a otros? ¿Comunicaste su mensaje y cumpliste su misión? ¿Amaste y participaste en su familia? Estas son las únicas cosas que contarán.
Como dijo Pablo: «Nuestro propósito es complacer a Dios, no a los hombres»
Reflexión:
Cuando te parezca difícil cumplir tus propósitos, no te desanimes. Recuerda tu recompensa, que perdurará por siempre.
DAY 40/Fourth part • Living with Purpose
The eyes of the LORD search the whole earth in order to strengthen those whose hearts are fully committed to him.
2 CHRONICLES 16:9 (NLT)
What will be the community of my life? This is the question of fellowship. How will you demonstrate your commitment to other believers and connection to the family of God? Where will you practice the “one another” commands with other Christians? To which church family will you be joined as a functioning member? The more you mature, the more you will love the Body of Christ and want to sacrifice for it. The Bible says, “Christ loved the church and gave his life for it.” You should include an expression of your love for God’s church in your statement.
As you consider your answers to these questions, include any Scriptures that speak to you about each of these purposes. There are many in this book. It may take you weeks or months to craft your life purpose statement just the way you want it. Pray, think about it, talk with close friends, and reflect on Scripture. You may go through several rewrites before you get to your final form. Even then, you will probably make minor changes as time goes by and God gives you more insight into your own shape. If you would like to see some examples from other people, just email me at Rick@PastorRick.com.
Before most unbelievers accept the Bible as credible they want to know that we are credible.
In addition to writing a detailed life purpose statement, it is also helpful to have a shorter statement or slogan that summarizes the five purposes for your life in a way that’s memorable and inspires you. Then you can remind yourself daily. Solomon advised, “It will be good to keep these things in mind so that you are ready to repeat them.”
Here are a few examples:
• “My life purpose is to worship Christ with my heart, serve him with my shape, fellowship with his family, grow like him in character, and fulfill his mission in the world so he receives glory.”
• “My life purpose is to be a member of Christ’s family, a model of his character, a minister of his grace, a messenger of his word, and a magnifier of his glory.”
• “My life purpose is to love Christ, grow in Christ, share Christ, and serve Christ through his church, and to lead my family and others to do the same.”
• “My life purpose is to make a great commitment to the Great Commandment and the Great Commission.”
• “My goal is Christlikeness; my family is the church; my ministry is ________________; my mission is _____________; my motive is the glory of God.”
You may wonder, “What about God’s will for my job or marriage or where I’m supposed to live or go to school?” Honestly, these are secondary issues in your life, and there may be multiple possibilities that would all be in God’s will for you. What matters most is that you fulfill God’s eternal purposes regardless of where you live or work or whom you marry. Those decisions should support your purposes. The Bible says, “many are the plans in a man’s heart, but it is the LORD’s purpose that prevails.” Focus on God’s purposes for your life, not your plans, since that’s what will last forever.
I once heard the suggestion that you develop your life purpose statement based on what you would like other people to say about you at your funeral. Imagine your perfect eulogy, then build your statement on that. Frankly, that’s a bad plan. At the end of your life it isn’t going to matter at all what other people say about you. The only thing that will matter is what God says about you. The Bible says, “Our purpose is to please God, not people.”
One day God will review your answers to these life questions. Did you put Jesus at the center of your life? Did you develop his character? Did you devote your life to serving others? Did you communicate his message and fulfill his mission? Did you love and participate in his family? These are the only issues that will count. As Paul said, “Our goal is to measure up to God’s plan for us.”
Reflection:
When fulfilling your purposes seems tough, don’t give in to discouragement. Remember your reward, which will last forever.