
Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.
2 CORINTIOS 4:7 (NVI)
Pablo da muchas razones para alegrarnos con nuestras debilidades. Primero, nos hacen depender más de Dios. El apóstol, refiriéndose a su propia debilidad que Dios no quiso quitarle, dijo: «Yo estoy feliz plenamente con “mi aguijón”… porque cuando soy débil, entonces soy fuerte». Cuando te sientas débil, Dios te estará recordando que dependes de él.
Nuestras debilidades también previenen la arrogancia. Mantienen tu humildad. Pablo dijo: «Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina me fue clavada en el cuerpo… para que me atormentara». A menudo Dios le asigna a una debilidad a aquellos que poseen una fortaleza mayor para mantener nuestro ego controlado. Una limitación puede actuar como un regulador que nos previene de no ir muy rápido y adelantarnos a Dios.
Cuando Gedeón reclutó un ejército de treinta y dos mil soldados para pelear contra los madianitas, Dios lo redujo a trescientos hombres, estableciendo una desigualdad de cuatrocientos cincuenta a uno, ya que fueron a pelear contra ciento treinta y cinco mil soldados de las tropas enemigas. Esto pareció una fórmula para el desastre, sin embargo, Dios lo hizo para que Israel reconociera que no fue por sus propias fuerzas, sino por el poder de Dios, que se salvaron.
Reflexión:
Tu ministerio más eficaz surgirá de tus heridas más profundas.
DAY 35/Third part • God’s Power in Your Weakness
We are like clay jars in which this treasure [of the gospel] is stored. The real power comes from God and not from us.
2 CORINTHIANS 4:7 (CEV)
Paul gives us several reasons to be content with our inborn weaknesses. First, they cause us to depend on God. Referring to his own weakness, which God refused to take away, Paul said, “I am quite happy about ‘the thorn,’ . . . for when I am weak, then I am strong — the less I have, the more I depend on him.” Whenever you feel weak, God is reminding you to depend on him.
Our weaknesses also prevent arrogance. They keep us humble. Paul said, “So I wouldn’t get a big head, I was given the gift of a handicap to keep me in constant touch with my limitations.” God often attaches a major weakness to a major strength to keep our egos in check. A limitation can act as a governor to keep us from going too fast and running ahead of God.
When Gideon recruited an army of 32,000 to fight the Midianites, God whittled it down to just 300, making the odds 450 to 1 as they went out to fight 135,000 enemy troops. It appeared to be a recipe for disaster, but God did it so Israel would know it was God’s power, not their own strength, that saved them.
Reflection:
Your most effective ministry will come out of your deepest hurts.