AFERRÉMONOS A LA LIBERTAD

Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte. HEBREOS 2:15, NTV

Muchas personas se pierden lo mejor de Dios por negarse a renunciar a las cadenas de pecado que Cristo ya les quitó. Cada día se esfuerzan al máximo y oran para poder soportar la vergüenza que albergan.

Amigo lector, si así es su vida cristiana, está perdiendo lo que Jesús logró en favor suyo. Cuando Cristo resucitó de los muertos conquistó cada poder que se le oponía (pecado, muerte y todas las fuerzas demoníacas) no solo en ese tiempo, sino para siempre. No queda nada que gobierne sobre usted, excepto su Dios amoroso, sabio y compasivo. El pecado ya no lo posee, su deuda ha sido pagada y ya no lleva vergüenza porque se le ha dado una nueva identidad como hijo del Altísimo.

El Padre desea que usted acepte la libertad y el gozo comprados con la sangre de Jesús. Así que hoy acepte el hecho de que ha sido liberado y tiene todo lo necesario para vencer. Jesús, su triunfante Comandante en jefe, le ha dado la victoria. Regocíjese en Él y acepte la libertad que se le ha ofrecido.

Oración:
Jesús, gracias por liberarme. Ayúdame a aceptar todo lo que me has dado. Amén.


TAKE HOLD OF FREEDOM

Only in that way could he deliver those who through fear of death have been living all their lives as slaves to constant dread. HEBREWS 2:15

Many people miss God’s very best in life because they refuse to remove the chains of sin that Christ has already unlocked for them. Each day they try to make it through the best they can and pray they’ll be able to bear the shame they harbor.

Friend, if this is how you are living the Christian life, you are missing the point of what Jesus accomplished for you. When Christ rose from the dead, He conquered every single power in opposition to Him—sin, death, and all demonic forces—not merely at that time, but forever. There is nothing left to rule over you except your loving, wise, and gracious God. Sin no longer owns you; your debt has been paid; and you no longer bear shame, because you’ve been given a new identity as a child of the Most High.

The Father wants you to embrace the liberty and joy purchased for you by the blood of Jesus. So today, take hold of the fact that you have been released and have everything you need to overcome. Jesus, your triumphant Commander-in-Chief, has given you the victory! Rejoice in Him and embrace the freedom you’ve been given.

Prayer:
Jesus, thank You for setting me free! Help me take hold of all You’ve given. Amen.